jueves, 2 de mayo de 2013


La drunkorexia  crece entre los más jóvenes, que se comportan "creyendo que las 

calorías no ingeridas por los alimentos tradicionales se compensarán con las calorías de las

bebidas alcohólicas: "EL COMER MENOS POR EMBORRACHARME ANTES Y COMER 

MENOS PARA COMPENSAR LA INGESTA CALÓRICA DEL ALCOHOL QUE VOY A 

BEBER ESTA NOCHE”.

 La drunkorexia es una enfermedad que mezcla la anorexia y el alcoholismo. 

En este trastorno, los afectados reemplazan las calorías de la comida por las que aportan las 

bebidas. 

Hablamos de un trastorno que crece entre los jóvenes; la idea es no comer para poder

 seguir bebiendo.

A la obsesión por estar delgado se suma la aceptación social del alcohol. En la drunkorexia

 (drunk es borracho o ebrio en inglés) una serie de alteraciones en la alimentación diaria se

sostienen en el abuso de alcohol. En este trastorno alimentario se une la obsesión por

estar delgado con la aceptación social del consumo de alcohol.

Así, al reconocido perjuicio para la salud del consumo desmesurado de alcohol se suma el

 aporte de energía (calorías) de todas aquellas bebidas alcohólicas y. normalmente, la de los 

azúcares de las bebidas carbonatadas que los acompañan. Un gramo de alcohol aporta 7

 kcal/gramo (recordemos, las grasas aportan 9 kcal/gramo). Es fácil estimar las

 calorías derivadas del consumo de distintas bebidas. Estos son tres ejemplos:

  • Un combinado supera las 200 calorías  
  • Una lata de cerveza (330 ml) supone alrededor de 110 calorías
  • Un vaso de vino (125 ml), unas 80 calorías

Os dejamos una foto en la que podéis ver la equivalencia de algunas bebidas…

                             


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